Intercambio


BLOG: FILTRO DE SALIDA CON POSIBILIDAD DE ESCAPE.

ESCRITOS

miércoles, 9 de mayo de 2012

Desamorada


Y ya vuelve el periodo de mono en modo opio: el monopolio.
Dormir sola por ser la Dña. Dueña.
Gastar papel higiénico para llanto.
Fumar a escondidas con la ventana entre abierta.
Repetir su nombre a oscuras y escribirlo por error en la oficina.
Descuidar la carretera ignorando todas las señales.
Regar la sequedad de la posibilidad remota.
Sed que no remonta.
Respirar; sin nutrir los alientos ansiosos por cogerlo.
¿Mientras? Me miento y muevo mi cuerpo imaginando su presencia en un planeta paralelo.

Cuando paseo creo que le huelo en`pleno accidente de metro.
Y vuelvo a mirar el letrero para saber cuantos minutos más espero.


HEY !

Sigo columpiando mi trasero redondo, todo y tener esta aguja de tejer comprimiéndome el pecho.
Placer del poder deshacer.
¿Pero a dónde voy si no es con su son?
Dibujaré un clon.
Obsesión cultivada a dos.
Algo quiso unión con impolsibilidad de un no.
Luego se me arrancó, lo despegué de mi sujetador y todo se cayó.

Aunque me adormezca en mi cueva las noticias me llegan.
No hay mas opción que ceñirse al guión de cero llamadas en mi I phone.
Nunca existió, ni se asomó a mi balcón en plena noche de ladridos felinos.
Tan solo colocó unos globos engañosos que se rozaban entre ellos por el viento.

Me llevó hasta el delirio y deshinchó mis sentidos perceptivos.
Sin agarrar mi mano me soltó en un psiquiátrico.

Allí descubrí la trama del argumento de mi lamento.
Era simple, debía continuar viviendo a base de versos.
Compartí habitación con la paranoia más adicta y enamoré al psicólogo en prácticas.

Oh si, recuerdo a ese niño bueno...

"Cambia las sabanas", me decía divertido, lo cual yo interpretaba desde mi sentido químico como nuestros mutuos gemidos.
Los otros locos me pedían misericordia, deja al chico o lo convertirás en otro pervertido, por ti consumido.
Yo me sentía juguetona en el cuarto de las lavadoras mientras él hacia sus rondas.
Siempre que me veía temblaba, no sabia si venderme su alma.

Un dia improvisé, yo tan solo me retrasé a la reunión.
Se trataba de una rutina matuitina de clientes en medio vida.
El empleado becário vino a buscarme después de pasar lista y no mirarme en "clase".
Fue fácil, escuhché como subía corriendo las escaleras.
Aparté la toalla para que no nos molestara y abrí la puerta.

Fue bonito realizar un simbolismo visual para ese chico.

En la sala de abajo sabíamos que mil hombres me habían abusado.
Pero aun tenía vivo el descaro, que en ocasiones impactó demasiado sobre algún desgraciado.
Mi enfermedad consistía en no poder recordarlos, tenía el golpe pero era incapaz de identificar quien llevaba el palo en su mano.

Nunca quise saberlo y me escapé de una granja alejada del centro, trafiqué con tabaco para poder coger un barco.
Hacia el puerto de la Barceloneta con la boca seca, la cara arañada y en pijama.
Yo solita me monté el rescate.

No hay comentarios:

Publicar un comentario